viernes, 26 de agosto de 2011

Chinese Take Out





No hay golpe más duro que ver a tu ex-pareja en vuestro bar favorito tomando algo con otra sólo una semana despues de que te haya dejado. Si esa mujer no es tan guapa de cara como tú, pero tiene mucho mejor tipo y le quedan bien los sombreros, el dolor es ya insoportable. Si es viernes, llueve y les has visto cuando volvías a casa despues de que tu psicoanalista te ha confirmado que tus padres no tienen la culpa de nada, prepárate para pasar una de las noches más  largas y duras de tu vida. Para noches como ésta, toda neoyorkina sabe que existe una solución: llamar al chino!

Recuerda que has de llegar a lo mas hondo del fango emocional para poder salir de él. Lo mejor es machacarse durante un par de días y luego volver a la vida de antes.
Si quieres que todo fluya, como la conversación que tuviste con tu pareja cuando te dejó, te aconsejo que sigas las siguientes recomendaciones. Has de estudiar el menú de antemano. Jamás pidas los platos por su nombre, usa el número que aparece a su izquierda. No intentes pronunciar el nombre de esas provincias chinas porque no te van a entender. No hagas preguntas, sí, todos los platos vienen con arroz blanco. No te desvies del menú, no pidas que le quiten la carne al número 7, éste no es el momento para empezar a hacer cambios drásticos en tu dieta. 
Lo primero que te van a pedir es tu número de teléfono. Has de dar el prefijo primero aunque sea obvio porque el chino está justo enfrente de tu casa. Empieza a dictar el número digitio a digito, nunca digas cincuenta para referirte al 5 seguido por el 0. La comida china es como el lino, no viaja nada bien, evita rebozados y pescados con  la cabeza entera. Pidas lo que pidas te van a decir que tardarán veinte minutos, nunca tarda mas de diez o sea que éstate preparada. Asegúrate de que tienes una propina generosa, al chino que te trae la comida a casa lo has de tener siempre como amigo.  No te preocupes por las sobras y pide más de lo que crees que te vas a comer. Mañana no te va a apetecer ir al supermercado y mucho menos cocinar y una de las ventajas de la comida china es que se recalienta muy bien. 
No apagues el télefono. Lo último que quieres hacer es no leer un mensaje de texto de tu ex- pareja preguntándote cómo te encuentras y si te gustaría ser amigos. Ahora necesitas apoyo más que nunca. Tampoco quieres perderte la oportunidad de compartir con tu mejor amiga  lo bien que se lo está pasando con su nuevo novio en una de esos “Bed and Breakfast” en Vermont. Sabes de sobra lo único que se puede hacer en uno de esos lugares. 
Ten una película a mano. No veas nada con Jennifer Aniston en el reparto. Películas como “Notorious” o “An Affair to Remember” tienden a funcionar, No te duches. Ponte el pijama o lo que sea que te pongas cuando ya sabes definitivamente que no vas a salir.  No bebas vino, sólo va a conseguir que sientas un impulso por sacar ese vestidito negro del armario que te queda como un guante y quieras tirarte a la calle.

La misma persona que te ha atendido por teléfono se ha encargado de antemano de incluir un sobre de té, una naranja, una galleta de la fortuna y al menos diez sobrecitos de salsa de soja, salsa agri-dulce y mostaza en la bolsa. Pidas lo que pidas el número de sobres siempre es el mismo, demasiados. Asegúrate de que te deshaces de todo lo que no hayas usado, incluidos los palillos como si fuera el arma de un crimen, tarde o temprano alguien siempre los descubre en un cajón de la cocina y lo último que necesitas es convertirte en ese prototipo de “viernes, sola y con chino.” 
Y bajo ningún concepto escuches  ésto o te olvides de leer el papelito en la galleta de la fortuna

2 comentarios:

  1. Después de tanta derrota queda el consuelo de ahogar las penas en un restaurante aunque sea chino.
    Si digo yo que vendemos felicidad y la comida la regalamos.

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