martes, 18 de diciembre de 2012

Daniel García




Fue al otro, al que no conocía el mar, al individuo que figura en el registro civil de Valdefuentes de Sangusín como Daniel García Gomez, a quien se le empezaron a ocurrir las cosas. Fue a un chiquillo anónimo, empujado por la vocación, al que se le ocurrió escurrirse entre las sierras de La Peña de Francia y la de Béjar escoltado unicamente por fuentes, arroyos y sauces y recorrer 393 kilómetros hasta llegar a Bilbao.

Sólo conocía el marisco que se cultivaba en su huerta y el pescado de su establo. No sabía lo que era una merluza o un salmonete, nunca había oído hablar ni de txakolí ni de alcachofas.

Separado de dogmas y normas, Daniel creo un territorio propicio para ejercer su singularidad. Aunque ese hombre era un producto de su espacio y de su época, ha sabido trascender su tiempo de un modo mágico. Pertenece a esa casta de solitarios como Orfeo o Antígona que asumen su individualidad hasta sus últimas consecuencias.

Si la cocina es emoción, este hombre emociona. Descubridor de nuevas alegrías, emociona precisamente porque logra evocar la vida y su plenitud. Emociona porque respeta los productos y, como un poeta de lo elemental, nos ofrece unos percebes que encierran en su sabor el fondo del mar.

Daniel somete su obra a un constante proceso de depuración y a una meditación exigente que bucea en las profundidaes de la actividad culinaria y lo hace desde la inseguridad y la duda, que es el territorio de la creación más consciente de sí misma y de sus limitaciones. Las ideas comunes sobre la cocina, las nociones del pasado, presente y futuro parecen banales ante su mirada. Cada momento en el proceso de la creación de un plato contiene el pasado y el futuro. El presente nos lo deja a nosotros.

Daniel es sereno, perspicaz, modesto y provocador. Su cocina no es un simple conjunto arbitrario de ingredientes, es mucho más, es un campo donde los ingredientes se expresan y se consagran a su servicio. Unas ostras, que , igual que las bayaderas bailan en honor a su dios, ligeras, con mínima vestimenta, desarmadas, renuncían a todo.

Tal vez haya dudado en ocasiones de cómo iba la gente a reaccionar ante su trabajo, pero nunca ha dudado de lo que quería hacer. La gastronomía es para él una aventura, una obstinada aventura. Dejarse caer ante el primer obstáculo, a la primera divergencía, al primer aburrimiento no es sino una desfiguración de su pasión por la cocina. Una pasión verdadera es aquella que triunfa por encima de las barreras que el mundo le propone.

Desde el puente de Deusto vio flotar un barco por primera vez. Ese puente que en un principio le pareció estar construido al borde de un precipicio le conectó con una nueva Tierra y una nueva vida. Desde aquel momento, Daniel ha vivido construyendo sus propios puentes y nos los tiende a todos a través de sus creaciones culinarias.

De pocos placeres he disfrutado tanto como del de sentarme en la mesa de su casa y dejarme llevar. La generosidad de su atención y la pureza natural de su espíritu ha hecho que seamos muchos quienes le admiramos y le queremos.

Aunque Daniel García haya viajado por todo el mundo, fue aquel otro el que inició el viaje en 1969, sin duda el más largo e importante de su vida.

Eskerrik asko Daniel.

9 comentarios:

  1. Habladurías. Ya sabrá hacer bien unos callos y morros a la vizcaína o hacer una buena reducción / solo por preguntar

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    1. Doy fe que los callos a la vizcaína los hace de susto y muerte. au, amigo, y el maestro de las reducciones soy yo: quito este brócoli por aquí, ese champiñón por allá, y aquél cebollino por acullá.. y voilá .. REDUCIDO EL PLATO!

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  2. trilogías memorables, el señor de los anillos, sexus nexus y plexus, mi familia y otros animales y las ostras de daniel garcía

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  3. El chaval no lo hace mal, se ve que se esfuerza... Aunque lo mejor de él no es su insuperable mano para la cocina. Donde demuestra su verdadero poderío es cuando se quita su chaquetilla blanca y, aunque suene hortera, aparece el amigo.

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    1. El basaurismo le está empezando a afectar

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    2. eL BASAURISMO VA A LLEGAR .. esa es la auténtica profecía maya

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  4. ¿Cómo sobreviviste a los incidentes del huracán, Cosmopolitana? Hasta donde yo sé, no los tenéis tan alejados del Golfo de México.

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    1. Sandy vino y se marchó, sin más. Nos dejó sin electricidad 9 días, pero tenía vino de sobra

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