Este pasado fin de semana se han servido 40,000 cocktails en uno de los espacios con más glamour de Manhattan, la Biblioteca Pública de Nueva York y su edificio adyacente a Bryant Park. Este año no he ido porque tenía mejores cosas que hacer, pero estuve el año pasado y jamás había visto a tanta gente esperando a que la ginebra, el champán, el vodka o el whiskey hagan sus milagros. Se oyen cosas como "yo solamente bebo cuando salgo, el problema es que salgo demasiado" o "ya, pero sus dos primeras novelas fueron las mejores, luego dejó de beber."
Y siempre está esa mujer.
Está sola. Ella siempre viene sola. Es como una estatua. No mira a nadie. No se pregunta si nos hemos fijado en ella. Por supuesto que nos hemos fijado. Alli está ella, rodeada de marmól y con el verde de Bryant Park de fondo. Modigliani no lo hubiera hecho mejor. Le suda la copa. Ha estado aqui cien veces, con el pelo suelto, con sombrero, con coleta, con vestidos negros, con pantalones. Quizás con ojos de otro color, igual con tacones más bajos. Esa mujer no es perfecta. Es todo lo que ya has visto antes, pero parece diferente, al menos esta noche.
Cosmopolitana, cada vez más pasas tu tiempo como el Fugitivo.
ResponderEliminarEl Fugitivo no hubiera tenido nada mejor que hacer y hubiera ido.
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