jueves, 11 de agosto de 2011

Amigo




Hoy es el cumpleaños de mi mejor amigo. Escribo esta entrada intentando no pensar mucho porque de lo contrario  o no me va a salir una sola palabra o me van a salir todas las equivocadas. Haré todo lo posible por no caer en el sentimentalismo.
Todos los momentos que he pasado con él siguen viviendo conmigo y aunque algunos se me aparecen desdibujados en la memoria como una acuarela demasiado aguada, no puedo olvidar que ha sido con él con quien he hecho mis mayores descubrimientos, armas infalibles que me han servido a lo largo de toda mi vida. Todo lo que soy y todo en lo que no me he convertido se lo debo a él. 
La nostalgía es para mí una afición, pero os puedo asegurar que ahora no siento ni la más mínima melancolía por recordar la dicha perdida. Aquello de dicha no tuvo nada.
Recuerdo domingos lluviosos en Bilbao viendo películas que no entendía y pensando “vaya, otra de leer” o “hoy otro sábado, sabadINI”. Ya tenía yo suficiente neo-realismo en mi propia casa. Pero también recuerdo tardes soleadas con Woody Allen y José Luis Moreno. Me viene a la memoria un viaje a Madrid en hotel, pero también uno a Pamplona sin alojamiento y con tres dementes. También recuerdo mi primera vez en San Mamés, en San Sebastian y en  Benidorm. El me llevó por primera vez a un concierto de jazz, a un bar de verdad, a un restaurante chino y a un bingo. Inolvidables fueron aquellas primeras vacaciones sin mi familia, pero con la suya. Este hombre daba para todo. 
Intimo y laberíntico, tiene esa incapacidad para aceptar lo que a los demás les parece natural. Lo recuerdo detrás de una mirada azul y perspicaz, pensando en lo más generoso que se podría hacer en un determinado momento. Siempre se estaba riendo y lo hacía de la manera más díficil, con compasión. Me ha salvado del absurdo con su humor y su ironía. No puedo decir, como dijo Neruda, que “confieso que he vivido”, pero sí puedo confesar que me he reído.   
A veces lo veo como se ve un paisaje al anochecer, cuando las sombras engañan a la vista y el paisaje parece solamente un sueño. Y no es eso la vida precisamente, un sueño?

Espero que disfrutes como los niños de la imagén, haciendo lo que tienes que hacer y estando donde tienes que estar.

ZORIONAK!

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