Historias de amor hay muchas: Romeo y Julieta; Tristan e Isolda; Taylor y Burton. Estas no terminaron nada bien. Yo soy más de amores como los de Woody Allen y Manhattan; Jack Lemmon y Walter Matthau; la Ginebra y la Tónica. Porque estos no son simplemente amores, son relaciones y al fin y al cabo, ¿no es el fin supremo tener una relación con lo que amas?
Como en todas las grandes relaciones lo fundamental es lo que las partes se aportan mutuamente sin anularse. Nueva York fue desde el principio una relación prometedora. Nueva York me complementa y saca siempre lo mejor de mí misma.
El amor es una abstracción. Alguien lo dijo, alguien que tenía un sentimiento sin medios tangibles para explicarlo. Alguien enamorado, supongo. Yo mantengo una relación muy intensa con Nueva York y la puedo explicar porque este amor lo vivo, lo veo y lo escucho.
Mañana os digo a lo que suena el amor.
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