"El cine ha muerto (...)" con estas palabras empezaba una entrada recientememente mi amigo El Fugitivo en su blog. Ya lo presintió Godard al regresar de su viaje por el infierno burgues Weekend en 1967. Declaró con finísima arrogancia que el final de su película era también el final del cine.
Es verdad? El cine está muerto? La industria cinematográfica ha cambiado, sin duda. La producción, la distribución, la publicidad, el espacio, la demanda se ha adaptado como cualquier otra industria a los nuevos tiempos. . Hoy en día en más barato comprar los derechos de una película que hacerla. Han cambiado el interés y los intereses.
El cine como producto consumible no sé si está muerto, no sé si es rentable, pero como arte creo que está dando señales de estar moribundo. Es una simple opinión de alguien cuya opinión no cuenta ni vale mucho.
Nueva York y el cine van muy unidos. Ha sido un referente y una referencia. Se ha hecho y se ha visto mucho cine. Películas, escenas, fotogramas y diálogos míticos se han rodado, escrito y filmado en esta ciudad. Durante los veinte años que llevo viviendo aqui, he sido testiga del cambio en el cine. Se han cerrado salas y han desaparecido festivales. Pero lo que más ha cambiado es el público y sus preferencias. Pero ésto ha pasado siempre, no? El arte se transforma con el paso del tiempo. Pero ahora, en esta sociedad está pasando otra cosa. Los ojos sólo ven lo que la mente está preparada para comprender.
He de admitir que nunca he visto una película en Internet. Ni una. DVDs muy pocos y casi siempre con mis hijos. A mí me gusta mucho ir al cine, siempre me ha gustado y no solamente por ver la película. Me gusta el acto social de ir al cine. Me gusta el ritual: hacer cola y comprar la entrada en la taquilla y esperar a que las luces pierdan intensidad, comer chocolatinas. No me interesa demasiado hablar de las películas que veo, de hecho me pasa como con los libros, de las mejores no me acuerdo de nada salvo de que me gustaron. No soy ni de documentales ni de cine con mensaje. Voy al cine para escaparme y entretenerme. Voy al cine para ver mis sombras, no las de otros. Al contrario que en la vida, una película necesita un buen argumento. El guión de mi vida está bastante mal escrito, me reconforta saber que puedo prescindir de él o al menos editarlo aunque sea por un periodo de tiempo de hora y media.
Me gusta el cine y no quiero que deje de gustarme.
Vivimos una revolución acerca del modo en que la cultura llega al cliente. Ahora no nos interesan las películas y el acto social de verlas está en contar a los demás lo rápido que te has cansado del producto. Supongo que es la sociedad de consumo.
ResponderEliminarY como se consume más rápido de lo que se produce, la gente cree que los directores y los actores viven especialmente para las palmaditas en la espalda y los baños de multitudes sobre la alfombra roja. !Civilización occidental!
Felicidades por vuestro Día de la Independencia.
ResponderEliminarAhora que anuncias el verano: NY, tabaco, historias paralelas, calor, el embuste como arte, cine: Smoke de Wayne Wang
ResponderEliminarLa nostalgia me fastidia mucho, tal vez el cine en estos momentos lo sea
ResponderEliminarCuando llegue a Bilbao el medio mas barato , divertido y económico para mi maltrecha economía era el cine, ocho películas semanales , si ocho me veía / el día de fiesta tres/. Recuerdo las trampas que teníamos que hacer para saltarnos los dos rombos , de los tres ni hablo, era una pasión para mi, solo superada por la cocina. Disponía de tiempo y si no me lo inventaba, algunas tardes me tocaba correr desde el cine Liceo en la calle San Francisco hasta la placa Elíptica para fichar a la hora en punto en el Hotel Carlton.
La vida con el paso de los años va cambiando, los hábitos también. A mi lo que me ha distanciado de las salas de cine además de carecer de menos tiempo libre son las palomitas, juro por Dios y por todos los Santos que no soporto el olor y el ruido que la turba hace al rumiar tan aborrecible invento, por no hablar de la inmundicia donde muchos se recrean.
Me gusta el cine sin palomitas, que asco!!!!!
El problema es que el empresario gana más con las palomitas y la coca cola que con la película.
EliminarAyer sin ir más lejos, me fui al cine con mi hijo a ver The Wizard of Oz. La había visto como 10 veces en la tele, pero en pantalla grande flipó.
ResponderEliminarEl cine nunca morirá, lo que tiene fecha de caducidad es el hábito de ir a una sala de cine. O por lo menos como un espectáculo de masas. Siempre habrá una pequeña sala de cine donde poder chutarse unos fotogramas en vena.
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