jueves, 14 de abril de 2011
El precio de la felicidad
"El dinero no compra la felicidad. Pero la felicidad no lo es todo." Lo dijo esta mujer y estoy totalmente deacuerdo con ella.
En Nueva York se puede ser feliz a muy bajo precio. Pasear por Central Park no cuesta nada. Cruzar el puente de Brooklyn tampoco. Sentarse en un banco en Bryant Park y leer el periódico es gratís, gracias a las donaciones de libros, revistas y periódicos de la Biblioteca Pública de Nueva York. Se puede escuchar música de calidad en la calle sin tener que ir a un club y pagar como mínimo por una consumición.
Pero en Nueva York con dinero se puede ser muy, pero que muy feliz.
Darse un baño tampoco cuesta nada
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
La felicidad para mí es un día sin incidentes de ningún tipo. Creéme, Cosmopolitana; son escasos.
ResponderEliminarEso te pasa por vivir la vida tan peligrosamente
ResponderEliminar¡Cómo en Basauri!
ResponderEliminar