El otoño es sin duda mi estación favorita. En Nueva York en otoño es espectacular. No se olvida. Te invita a soñar, a crear, a comenzar proyectos nuevos o a terminar los ya empezados.
Nueva York en otoño ha sido inmortalizado por pintores, poetas, músicos y cinematógrafos. Ha cautivado e inspirado a cocineros, entre ellos a Daniel García a quien conocí el otoño pasado en Manhattan. Todo un privilegio, y no sólo lo digo por mí, sino por Manhattan. La imagén de hoy es un plato de Daniel inspirado en Central Park. A Daniel le gustó especialmente porque considera que "está lleno de vida, de matices, de colores." Hoy me decía que Central Park le recuerda a Paul Gauguin, matizando (como tanto le gusta a él) que "la belleza de Central Park es imposible de trasladar a un óleo."
Yo podría pasearme todo el día por el Parque, me quedaría todo el día sentada en un banco viendo los reflejos de los edificios, la luz cansada, las formas y los colores de las hojas como mariposas en los arces y los olmos. Podría sacudirme las hojas de los zapatos, entrar y salir de bares y tiendas todo el día.
La mejor vista panorámica de Central Park se puede disfrutar subiendo al castillo Belvedere. Si quieres disfrutar en silencio y con poca gente visita la mitad norte del parque. No lo olvidarás.
Inmortalizado también por muchos es el standard de Vernon Duke "Autumn in New York." Os dejo con la versión de Chico Freeman.
Mudo me he quedado al ver este comentario
ResponderEliminarGracias por dedicarme un espacio en tu prestigioso blog
En la cara tengo ahora todos los colores de Central Park
Gracias Cosmopolitana.
Muda me quedé yo al ver el plato!
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