jueves, 17 de mayo de 2012

Reflejos del Chrysler



Plantado en un jardín de cemento y acero, majestuoso y seductor, creció como crecen algunas plantas coronando el cielo de Manhattan con una flor Art-Decó.

No hay una sola vez en la que haya bajado a la ciudad y no me haya parado en la esquina de la calle 42 y Lexington Avenue a admirarlo. Lo he visto por la mañana, lo he visto al atardecer, lo he visto de noche. Lo he visto serena. Lo he visto melancólica. Lo he visto sola, lo he visto acompañada. Lo he visto por dentro, lo he visto por fuera. He tenido la gran fortuna de admirar su vestíbulo, de subir en sus ascensores porque yo aqui llegué antes del miedo que sembró un septiembre. Lo he visto encendido, lo he visto apagado. Se va estrechando educadamente para dejar paso a la luz. 

El Chrysler Building está hecho como un traje a la medida para una ciudad dificil de medir.

2 comentarios:

  1. Deja de hacer entrada tan buenas, que sino a los demás nos va a dar vergüenza escribir.

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  2. preciosa descripción del edificio más chulo de todo Manhattan. Gracias cosmopolitana.

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