miércoles, 18 de enero de 2012

Kajitsu



Soy una persona muy poco espiritual, me atrevería a decir que lo espiritual me da hasta mal rollo. De asceta no tengo absolutamente nada, pero ha habido ocasiones (muy pocas, por cierto) en las que me he sentido bastante cerca de la divinidad. Hay un templo en el East Village en Manhattan donde han puesto una escalera que te lleva directamente al cielo. Ocho peldaños, ocho platos diseñados y cocinandos por Masato Nishihara y que te dejaran con un saborcillo zen dificil de olvidar. En Kajitsu sirven comida shojin, una comida ancestral japonesa que se desarrolló en los monasterios budistas cerca de Kyoto. Siguiendo la máxima budista de no quitarle la vida a nada, la cocina shojin no usa ni carne ni pescado. En Kajitsu respetan los productos de temporada y los preparan usando técnicas culinarias tradicionales. Cocina de devoción se llama, donde las verduras del mar y de la tierra no se transforman para imitar a la carne sino que se elaboran para presentar toda su gloria.

Nada en Kajitsu rompe la harmonía ni el silencio. El ambiente sereno y tranquilo y la delicadeza de la comida refleja y celebra el estado natural de las cosas. El menú degustación cuesta 70$ y sinceramente, creo que para tratarse de un restaurante con dos estrellas Michelín el precio del viaje no está nada mal. El menú lo cambian completamente todos los meses. Nunca olvidaré el tonburi, la semilla de un arbusto que se conoce como "el caviar de la tierra"  y el milagro de convertir lo simple en exquisito.

Kajitsu está en 414 East Ninth Street, East Village y si pódeis os aconsejo que comáis en la barra y que prestéis atención a todos los detalles como la cubertería, las flores, la luz...y por favor, que no se os ocurra ir con niños.

4 comentarios:

  1. Algún que otro critico debería leer este comentario

    Lo he leído varias veces, aquí también hay harmonía, me refiero a tu comentario.

    Te felicito.

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